Metro. 8:15 de la mañana. Observación participante, al fin y al cabo participo del mismo contexto que los investigados y además nuestra finalidad es la misma o parecida, vamos a trabajar y/o estudiar. En mi campo, uno de los descansillos entre vagones, me encuentro con 11 personas y yo mismo: 6 van mirando sus móviles, 2 leen sus ebooks, una el periódico y una trastea en una tablet. Sólo otro chico y yo estamos simplemente en la escena esperando nuestra parada. De las 12 personas, curiosamente la mitad son mujeres, tres móvil, dos ebook, una la del periódico.
A partir de esta sencilla observación, una conclusión es obvia, estamos permanentemente conectados. Esta sociedad de la información que nos hemos dado nos obliga a eso, a la conexión permanente. En los smartphones que llevamos en nuestros bolsillos todo tipo de redes vía internet nos mantienen en constante tensión. El feedback que se genera y el que tú buscas es brutal. Una persona que participe de las dos redes más habituales, facebook y twitter, genera información a partir de sus comentarios y tweets y queda a la espera de sus respuestas en una continua "ansiedad" por saber si me responden o qué me responden, quién comparte o quién retuitea, cuántos "megusta" me han dado, si tengo nuevos seguidores... La información generada es enorme y creo que nuestro enganche a estos medios también.
En el caso de las aplicaciones para móvil el enganche puede ser mucho mayor. La inmediatez del mensaje en el momento y la respuesta seguida nos puede obligar a una atención continuada. La cantidad de grupos y chats del whatsapp por ejemplo, hace que podamos estar manteniendo simultáneamente 3, 4... cuántas?... conversaciones a la vez. Ésto que objetivamente está bien, disfrutamos de unos servicios que nos permiten unas conexiones y contactos rápidos y eficientes y en el caso de la red una forma de compartir y publicar contenidos que hasta ahora estaba fuera de nuestro alcance, puede hacernos caer en un exceso de estímulos con una dependencia quizá excesiva.
Desconozco si ya habrá casos, voy a buscarlo, pero se diría que se puede llegar a generar unas patologías que tuvieran que ver con la excesiva dependencia de los instrumentos tecnológicos de nuestros días y especialmente con aquellos que nos ofrecen un mundo casi infinito de posibilidades de conexión con prácticamente todo lo que nos rodea.
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Todos multiconectados. (Siento no poder dar referencia de la foto. Si no se puede usar la quitaría inmediatamente) |